Pocas horas después llegué a Tel Aviv, concretamente a su estación central de autobuses. Allí me di de bruces con algo que me acompañaría durante buena parte de mi periplo por Tierra Santa: cientos de jóvenes vestidos de soldados campando a sus anchas por doquier. Y casi todos ellos armados con un fusil M16.
El servicio militar israelí es obligatorio para todos los jóvenes a partir de los 18 años y se prolonga durante tres más. Chicos y chicas reciben dicha arma y a ella deben estar pegados durante todo el servicio, como Quevedo lo estaba a una nariz. Una vez finalizan su ‘mili’ los israelíes suelen coger un año sabático (la India suele ser un destino recurrente para ellos), para después volver al país e iniciar sus estudios universitarios.
Estos soldaditos son enviados durante su etapa de formación a distintos puntos del país, que, dicho sea de paso, no tiene más de 500 km. de punta a punta. Los más afortunados patrullan una ciudad israelí del Mediterráneo. Los menos deben ir a la frontera norte con Líbano, o suroeste con la Franjade Gaza. Una vez acaban con estos tres años entran en la reserva, donde permanecerán hasta cumplir los 42 años. Hasta dicha edad, un mes cada año los soldaditos son requeridos para hacer un mes de refresco. Para ello pueden dejar el empleo o simplemente perderlo, que es lo que les pasa a aquellos que trabajan por cuenta propia, es decir, lo que en España serían autónomos. En este sentido, Gal Dori, de 33 años y que me hospedó en su casa en el kibbutz Beit Hashita es más afortunado: los tanques con los que hizo su mili están ahora desfasados por lo que tiene menos posibilidades de ser llamado a filas en caso de conflicto.
Tel Aviv es una ciudad que nació tras la guerra árabe-israelí de 1948. Su punto de origen fue Jaffa, un pueblo árabe. A partir de esta localidad las casas se desplegaron ocupando las dunas y las playas mediterráneas. Es por eso que es una ciudad nueva (Tel Aviv significa, literalmente, Viejo Nuevo), en la que lo que más destaca es, sin duda, la intensidad con la que sus gentes viven sus calles. Se dice que esta localidad es el lugar escogido por muchos israelís para huir de la presión social religiosa imperante en Jerusalén.
Fotos: E.T.
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De reojo: Próxima crónica: Como los kibbutz se erigieron como un modelo de socialismo utópico que marcó los prolegómenos de la creación del estado de Israel en 1948 y como ya no son lo que eran due to causas económicas.
6 comentarios:
Molt interessant.
Espero la pròxima crònica.
Total una experiència per escriure un llibre, o no?
Una buena crónica. Tiene un blog muy interesante y, si no le importa, voy a agregarle al blogroll. Saludos.
Sin pretender minimizar los fallos de la sociedad israelí, creo que hay que contextualizar todo en una situación de constante pre-guerra. Creo. Me recuerda a estos izquierdistas de pro que en su defensa de la dictadura cubana todo lo disculpan, la falta de derechos humanos, de liberdad... pero si les mentas al satán Israel...¡¡Con lupa lo ven todo!!
Muy interesante. Solo un apunte. Creo que Tel Aviv significa "Colina Primaveral" y no "viejo nuevo". Un saludo
@Julicheiro:Muchas gracias por agregarme al blogroll.
@Josep: el llibre crec que haurà d'esperar...
@Marina: ja en tens més esperant a ser llegides.
@Carlos: coincido en que hay que contextualizar todo en el clima prebélico y yo añadiría que posbélico que hay en Israel. Es una sociedad, pienso yo, agobiada. De ahí que Tel Aviv sea, en parte, una fiesta del hedonismo, para huir del clima perpétuo de tensión.
@Daniel: Llevas razón, me confundí con lo del nombre. Corto y pego lo que dice wikipedia al respecto y en donde se justifica el motivo de mi error: "Su nombre significa en hebreo, literalmente, «la colina (Tel) de la primavera (Aviv)», en alegoría al libro del fundador del sionismo político, Theodor Herzl, Altneuland, «Vieja Tierra Nueva». «Tel Aviv» es también el nombre de un suburbio judío de Babilonia (Ezequiel 3:15) del tiempo de este profeta"
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