Palabras vacías

Cada vez que ETA comete un atentado, exitoso o no, la clase política española aparece y lamenta lo ocurrido. Sus palabras son siempre las mismas y mucho me temo que causan cierta jocosidad en el entorno etarra. “Estamos unidos”, “el Estado de Derecho vencerá”, “no son vascos”, “acabarán en la cárcel”, “ETA está dando sus últimos coletazos porque está a punto de desparecer”, y un largo sin fin de palabras tantas veces repetidas que han perdido su auténtico valor.
Precisamente fue este último argumento el que dio el ministro Rubalcaba tras el atentado en Burgos. ETA es una banda a punto de desparecer, según se quiere vender continuamente. Lo que es cierto es que el grupo terrorista ha recibido continuos golpes que han decapitado su cúpula. Paradójicamente esto puede ser aún, puesto que los puestos de mando parecen ser ocupados por gente nueva, probablemente no fichada y con un modus operandi distinto al tradicional empleado por ETA. El hecho de que los atentados de Burgos y Mallorca se perpetraran sin previo aviso da prueba de ello.
Con todo, ante un enemigo revigorado las palabras vacías deberían dejarse de lado y pasar a la acción, más aún si cabe. Pienso que la policía hace un buen trabajo con las continuas detenciones. Desde el ámbito judicial, estaría bien endurecer las penas y, por qué no, replantearse instaurar la cadena perpetua en España. Es evidente que una medida así no es disuasoria para los etarras, pero al menos puede dar la idea de que la justicia puede apartar sine die de la circulación a estos delincuentes.

Foto: Reuters
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De reojo: Ibrahimovic es un buen fichaje, pero su precio no son 49 millones más Eto’o. Al Barça le han levantado la camisa.