Las elecciones en Euskadi y Galicia han premiado más a Rajoy que a Zapatero. El líder del PP ha tomado un balón de oxígeno en medio de la movida que la sede de Génova con la mayoría absoluta lograda por Núñez Feijóo. Análisis más acertados de estos resultados los dejo a cargo de los gallegos que visitan este blog, que, como las meigas, haberlos, haylos.
Lo que hoy quiero comentar es el resultado en Euskadi. Los resultados dan a Ibarretxe como ganador, aunque sin mayoría absoluta. En cambio, la suma de los escaños cosechados por el PSE-EE, el PP y el UPyD podría sumar mayoría absoluta y desalojar al PNV del Palacio de Ajuria Enea por primera vez desde la vuelta de la democracia. Los dos últimos ya se han ofrecido.
Sin duda, Patxi López se halla en una disyuntiva. Temido en su día desde Madrid por tratarse de un Patxi y desde Vitoria por ser un López, el líder socialista vasco aspira a convertirse en el primer lehendakari no nacionalista. Para ello maneja dos posibilidades: pactar con el PP o gobernar en minoría. Sin duda, para su estabilidad lo mejor sería lo primero, aunque dichas alianzas podrían significar, a largo plazo, un problema para el PSOE. Tras la ‘guerra con el PP en todos los frentes, desde el mediático al social pasando por el religioso, nadie daría pábulo a ver a socialistas y populares juntos de la mano sólo por afán de poder. La credibilidad de ambas formaciones, todo lo que han defendido, quedaría en entredicho por la codicia de gobernar y la ambición de despojar al PNV de sus galones. Aparentemente ajeno a todo ello, Zapatero ya hja dicho que López decida por sí mismo. Ni el mismo se lo cree.
López debe, a mi juicio, aliarse con el PNV, tratar de hacer moderar así el discurso soberanista de Ibarretxe, y olvidarse de alianzas con el PP. La credibilidad, difícil de lograr y rápida de perder, está en juego. La estabilidad del gobierno vasco, también.
Foto: Efe / Luis Tejido
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De reojo: La muerte de Pepe Rubianes ha traído a este modesto blog a muchos visitantes ansiosos de ver qué cara tenía el finado. Todo por un post que escribí hace unos meses sobre unas polémicas declaraciones suyasn en el que como siempre incluí una foto. En cualquier caso, DEP.
7 comentarios:
Jo tampoc em sento qualificada per analitzar cap de les dues eleccions, però sí que em veig amb cor per dir que, en clau catalana, l'ànalisis és que pinten bastos.
I sobre el Rubianes, m'he quedat sense paraules i amb moltes ganes de plorar.
@Marina: No entenc massa bé lo de la clau catalana. El que està clar és que els nacionalismes, en un món globalitzat, perden pes i, com a tal, ho fan partits com CiU o el PNV.
Qui ho diu que els partits nacionalistes perden pes? És una cosa que s'ha de veure. Quants estats nous han nascut en els darrers 50 anys? I quants més en neixaran en els pròxims 50, sobretot si els estats tracten tan malament a les nacions com ho fa Espanya o França, per exemple?
En quant a Rubianes: Rubianes, quan va dir el que va dir sobre Espanya, no es va passar ni un pèl. O és que no podrem dir el que pensem?
@Jaume: En primer lloc gràcies pel comentari i per la visita. El que dic dels partits nacionalistes ho dic jo, com a opinió pròpia i com a sensació que tinc. Cada cop hi ha més inmigració i la veig difícil que tendeixi més cap a CiU que cap al PP o PSC. Sobre la creació de nous estats, no sé que dir-te. En una Europa cada cop més integrada sembla difícil que ninngú se'n vulgui sortir. Del Rubianes estic d'acord. Amb el títol 'Pasada de frenada' em referia a la mesura de l'Audiència de Barcelona, totalment desproporcionada.
Salutacions
Catorce años gobernaron el PNV y el PP y la batuta siempre la llevó el PNV. El PSOE fue un simple comparsa en aquella etapa, en la que Rosa Diez colaboró muy activamente como consejera de Turismo, secundando iniciativas que hoy la sonrojarían sin duda. Convencido de que la alternancia es necesaria, apuesto por un gobierno en solitario del PSOE, al que apoyaría el PP, como estrategia para salir del marasmo en que se encuentra la política vasca y cicatrizar la enorme fractura que hay en esa sociedad, amén de sanear en lo posible lo que muchos se temen tras 30 años de gobierno peneuvista. Si el PSOE desaprovecha la oportunidad de gobernar, ansiada por su electorado, y vuelve al pacto con el PNV, la hecatombre hacia el futuro del PSE-PSOE está cantada.
El que el PSOE y el PP vayan de la mano en el País Vasco ayudará a la normalización democrática del mismo, porque no son normales muchas de las cosas que ahí suceden desde años. Está eso antes que el poder por el poder.
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