Los recientes atentados en Moscú son una nueva muestra de que el papel de las mujeres en la Jihad es cada vez menos testimonial. El primer atentado suicida protagonizado por una mujer fue en 1985, cuando Sana Mahaydali, libanesa de 17 años, se inmoló en el marco de la guerra de Líbano (1975-1990). Tras su acto, se convirtió en una heroína, conocida con el sobrenombre de ‘La novia del sur’. Tras este atentado, el fenómeno ha ido al alza en todo el mundo, con especial repercusión en Sri Lanka, Palestina y la propia Rusia. Antes, sin embargo, ya había habido mujeres terroristas en grupos de izquierda como Sendero Luminoso (Perú), las Brigadas Rojas italianas o el Baader Meinhoff alemán.
El fenómeno de las mujeres terroristas no puede ser confundido con un auge del feminismo en el mundo islámico. Nada que ver. El hecho de que las mujeres sean utilizadas como bombas andantes tiene mucho de pragmático. Su intervención presenta ventajas que no pueden ser menospreciadas. El propio Bin Laden así lo entendió y en 2003 aseveró, con la boca pequeña, que “también esperamos que nuestras prudentes mujeres musulmanas jueguen su papel [en la Yihad]”.
Ya es sabido el doble significado de la palabra Yihad: por un lado, implica esfuerzo personal para ser un buen musulmán; por el otro, lucha contra el enemigo para proteger el Islam, tanto en su territorio como fuera de él. Respecto a la segunda acepción de la palabra Yihad, hay tres maneras de colaborar: lucha física, recaudando dinero para la causa y haciendo proselitismo ante otros musulmanes. Las mujeres han estado especialmente centradas en las dos últimas actividades. No obstante, como decíamos más arriba, cada vez más féminas han pasado a la acción.
Pero, ¿qué pueden aportar ellas? Citaremos al menos cuatro ventajas de contar con mujeres terroristas:
- 1) Sorpresa: Pese a la tendencia ascendente, una mujer terrorista es menos frecuente. Por eso puede pasar más desapercibida. También puede esconder bombas adosadas a su cuerpo bajo su vestido o incluso bajo una falsa barriga de embarazada.
- 2) Más respeto: muchas guardias no quieren cachear a mujeres por pudor. Los israelís han solucionando esto incrementando el número de mujeres guardias en los check-points.
- 3) Efecto contagio: El hecho de que una mujer perpetre un ataque arrastra a muchos hombres a unirse a la Yihad sólo para demostrar su hombría.
- 4) Efecto propaganda: un atentado cometido por una mujer puede ser mucho más sonoro que uno realizado por un hombre.
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5 comentarios:
Enric,
Sobre tu "de reojo", yo tampoco lo entendia però ahora lo empiezo a entender. Traté de explicarlo aquí:
http://www.elpunt.cat/noticia/article/-/-/149262.html
hello
The first car to roll out of the manufacturing unit of Kia was named Brisa
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