viernes, 27 de noviembre de 2009

Un derbi de 'buenrollismo'

Por 17ª vez en este siglo, Barça y Madrid disputan el “partido del siglo”. Cada año el clásico recibe un aluvión de adjetivos que buscan destacar la grandeza del choque entre dos de los equipos más poderosos del mundo.
Hoy Ronaldo ha estado pícaro al señalar que no tiene cuentas pendientes con el Barça sino con las empresas de agua y luz. El portugués ha sacado pecho madrileño afirmando que le gustaría marcar 10 ó 20 goles al Barcelona. Messi, de momento, no ha dicho nada. Sí lo ha hecho Xavi, quien acusa al Madrid de gastar como nunca por el apabullante triplete del año pasado. Puyol y Casillas también han intercambiado impresiones sobre sí los blancos están por arriba de la clasificación y si deben mirar al Barça por el retrovisor. Estas pequeñas disputas se diluirán en el vino con el que los presidentes de ambos clubs brindarán en la previa del partido.
Ambos dirigentes tienen mucho común. Pese a representar dos clubs totalmente antagónicos, comparten intereses comunes, ya sean derechos de televisión o negocios con la UEFA. Asimismo, muchos de los jugadores de ambos clubes conviven regularmente en las convocatorias de las selecciones, principalmente la española, y aparecen juntos en actos publicitarios. Este clima de ‘buen rollo’ se ve tanto en las propias comidas de las directivas como en los minutos previos al partido, donde jugadores de uno y otro equipo se abrazan y se hacen bromas mientras esperan en el túnel de vestuarios para saltar al campo.
Tanto amiguismo deja atrás una época que a mí me gustaba especialmente. Eran aquéllos unos años en que la prensa de Barcelona y Madrid calentaba el clásico con semanas de antelación. Eran años en que dirigentes como Gaspart y Mendoza o Sanz dejaban su cordialidad para lanzar aceradas críticas contra su rival. Sin llegar a generar violencia, las continuas salidas de tono de los mandatarios blancos y azulgranas ponían el derbi al rojo vivo y demostraban que un Barça-Madrid es un partido único donde la rivalidad se exacerba. El amiguismo ha matado un poco la pasión de esto llamado fútbol y de eso llamado partido del siglo.

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De reojo: La composición de la nueva Comisión Europea refleja que el rol de la Comisión de velar por los intereses de los ciudadanos no será tal y como debería ser.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Entrevista con Hans Martens

Hans Martens es un hombre con el don de la palabra. De expresión rápida, el danés sabía cómo llevar la conversación para que, a partir de las preguntas formuladas, podía lanzar y presentar su mensaje. No en vano, dirige un prestigioso think tank, el European Policy Center, cuya función es la de ofrecer ideas a la clase dirigente para que gobiernen teniendo en cuenta esto o aquello. En su caso, el receptor de sus mensajes es la Comisión Europea, que en el entramado de la Unión Europea tiene la potestad de proponer legislación ex novo.
Su mensaje fue claro y nada demagógico. O cambiamos el modelo económico o esto se hunde. Esperemos que en Berlyamont tomen buena nota de sus comentarios.

http://www.lavanguardia.es/internacional/noticias/20091110/53821540662/hans-martens-tenemos-que-escoger-y-seleccionar-inmigrantes-para-trabajar-en-europa.html

Foto: E.T.
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De reojo: En plena ola de casos de corrupción vemos como los socialistas escenifican su repulsa al mangoneo, los convergentes callan y esperan a qué el temporal amaine, ERC defiende el uso de traductores catalán-castellano en el Parlament (presidido por Benach, el del Audi full-equip). Parece que sólo se ponen de acuerdo con qué la reforma de la ley electoral no debe incluir listas abiertas (por que de este modo los partidos pierden poder de control). Al menos eso es lo que quiere Montilla, un sujeto que hizo una campaña electoral escondido entre bastidores. Supongo que si se enfrenta a la gente, tiene mucho que perder.