viernes, 7 de marzo de 2008

Herrera, la revelación; Pizarro, la decepción

A pocas horas del fin de campaña, salpicada hoy con sangre de un ex concejal del PSE, es un buen momento para hacer balance de estos últimos quince días, sin contar los sucesos luctuosos de hoy, algo que quizás haga más adelante. Quiero centrarme en dos nombres tan antagónicos como Joan Herrera, candidato de ICV-EU, y Manuel Pizarro, número 2 del PP en Madrid.

Herrera puede llevarse el epíteto de candidato revelación. Confieso que en muchos momentos su tono didáctico me ha exasperado. Alguna vez lo he criticado, incluso en esta bitácora, ¿dónde si no? Pero al iniciar la campaña, con sus debates, mítines y saraos organizados por los diarios, le he visto bien. Le he visto en defensa de lo suyo, pidiendo el voto, lanzando proclamas verdes y sociales. Esas son sus ideas, gustarán o no, pero creo que Herrera las ha sabido exponer y proponer con realismo, sin apelar al catastrofismo popular, al miedo socialista, o la ambigüedad republicano-convergente. He compartido esta sensación con más gente, todas ellas de diferentes ámbitos, y muchas piensan lo mismo. La encuestas no dan un subida clara de Herrera, pero dada su campaña, puede ser que dé el ‘sorpasso’.

En el otro lado ideológico está Pizarro y su efecto. Fue el fichaje estrella del PP, donde llegó después de dejar Endesa con las acciones por la nubes, más gracias a los efectos colaterales de la famosa OPA que a su gestión al frente de la eléctrica. Su aparición rutilante tuvo un momento álgido: el primer debate entre populares y socialistas que lo enfrentó al ministro de Economía Pedro Solbes. Allí llegó el batacazo. Desde entonces cada vez ha salido menos en los actos del PP. La puntilla llegó hace una par de días, cuando Rajoy apeló la gestión económica de Rodrigo Rato como modelo a imitar para lidiar con la crisis económica que nos acecha. Curioso gesto: si se ficha a un crack de la economía es para que trabaje en circunstancias críticas y para que soluciones la recesión que viene. Pero no. De Pizarro ni rastro. Quizás un poco ha tenido que ver su condición de maño militante, lo que le ha llevado a poner en duda el trasvase del Ebro, uno de los puntos estrella que el PP siempre lleva en su programa y que tiene la virtud de enfrentar a distintas comunidades de España.

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De reojo: Condeno totalmente el atentado etarra de hoy. A estas horas, me veo incapaz de presagiar que efecto tendrá en campaña. Pienso que elevará la participación, aunque se mantendrá lo que han estado diciendo las encuestas hasta ahora.

1 comentario:

Cisco dijo...

Enric, comparteixo amb tu la sorpresa o decepció dels mals resultats d'Iniciativa. Ja imaginava que ERC baixaría, tant pel candidat com per la campanya que estaven fent, però els pobres d'IcV s'han vist molt perjudicats pel Tripartit i per la insistència de la Chacón en el vot útil.

Si que anem bé que hem de votar ja no perquè guanyi el que més ens agrada sinó perquè no guanyi l'altre. Fem país.