miércoles, 30 de enero de 2008

Ya es cosa de cuatro, ya son dos menos

Clinton, Obama, McCain o Romney. Alguno de estos cuatro apellidos será, el próximo 20 de enero de 2009, el del 44. º presidente de Estados Unidos. Las primarias de Florida y Carolina del Sur han dejado en la cuneta a los candidatos de cada partido que ocupaban el ala más progresista del mismo.
John Edwards, demócrata, empezó los caucus de Iowa con un sorprendente segundo puesto, superando incluso a la favorita Hillary. Ese fue su momento de gloria, porque los comicios posteriores han demostrado cómo se ha apagado su buena estrella. Abogado millonario tras convertirse en azote de muchas multinacionales, Edwards anunció que volvía a presentar candidatura al mismo tiempo que revelaba que su mujer padecía un cáncer. Todo el mundo supo entonces que su esposa Elizabeth le había instado a participar en la carrera electoral, renunciando incluso a tener a su marido al lado para afrontar la enfermedad. Sin duda una escena muy impactante y muy del gusto de los estadounidenses. Pero no fue suficiente, y la sonrisa ‘profident’ de este ‘selfmademan’ se ha apagado. Con él se pierde, quizás, el candidato más escorado a la izquierda de cuantos compiten en la carrera electoral. No es su primer fiasco a nivel nacional. Ya en las primarias de 2004 tuvo que abandonar la carrera electoral a medio camino. Después formó ticket (pareja presidencial) con John Kerry. El resultado es conocido. Este año no ha podido ganar ni en Carolina del Sur, estado del que fue senador.

Por el lado republicano, algún corredor de la muerte debería hospedar a partir de hoy a Giulani y/o a su asesor de campaña. El ex alcalde de Nueva York pensó que el carisma con el que contaba tras su omnipresente gestión después del 11-S sería extrapolable al resto de EE.UU. Por ello optó por empezar su carrera en las primarias en Florida, descartando hacer campaña en los otros estados. Giulani no contaba con la consolidación de McCain y el buen hacer de Romney, y confiaba que la legión de jubilados neoyorquinos que viven la vida en las playas de Florida le sería fiel. No ha sido así. Hoy mismo anunciará su retirada. Con Giulani se va un republicano clásico en lo político pero diferente en lo social: nunca se ha mostrado contrario al aborto ni al matrimonio homosexual, y en su vida marital aparecen tres bodas, dos divorcios, y alguna canita al aire. No es extraño, pues, que sedujese a la liberal Nueva York. De hecho ese ha sido el insulto que más ha recibido. Ser tachado de liberal en EE.UU. es como decir que eres progre, o de moral ligera, o ligero de cascos o todo a la vez. Giulani ha confirmado que apoyará a McCain.

Así pues, decíamos, la carrera es cosa de cuatro, que, además, responden a un perfil: la mujer, el negro, el veterano de guerra y el empresario de éxito. Uno de estos perfiles será el del próximo presidente del imperio.

Efe / Gary I. Rothstein -- Ap Photo / Matthew Hinton
---------------------------------------
De reojo: Lo de Kenia no se entiende. La salvaje actitud de su población no tiene ninguna justificación. En este caso no se puede criticar a la comunidad internacional, ni a la UE ni a EE.UU. Es sólo culpa de ellos.

No hay comentarios: